Nombre científico: CEDRÓN (Aloysia triphylla). Sinónimo: Lippia citriodora.
Nombre común: Hierba Luisa, Hierbaluisa, Maria Luisa, Verbena olorosa, Hierba cidrera, Cidrón, Cedrón del Perú, Hierba de la princesa, Reina luisa.
Origen: América del Sur.
Clasificación científica:
Nombre común: Hierba Luisa, Hierbaluisa, Maria Luisa, Verbena olorosa, Hierba cidrera, Cidrón, Cedrón del Perú, Hierba de la princesa, Reina luisa.
Origen: América del Sur.
Clasificación científica:
- Reino: Plantae
- Subreino: Tracheobionta
- División: Magnoliophyta
- Clase: Magnoliopsida
- Subclase: Asteridae
- Orden: Lamiales
- Familia: Verbenaceae
- Género: Aloysia
- Especie: A. triphylla
Descripción botánica: es un arbusto.
- Altura: varia de unos 2 metros a 7 metros aprox.
- Hojas: de aprox. 6 cm en verticilos de 3, sésiles o cortamente pecioladas, lanceoladas, margen entero o dentado, envés con abundantes punteaduras glandulares. Despiden un fuerte olor a limón.
- Flores: son de color violeta pálido o lila, y crecen en ramilletes, también despiden un suave y agradable aroma.
- Tallos: subleñosos o leñosos en la parte superior.
Cultivo:
- Siembra: Por semillas no se realiza debido a su escaso o nulo poder germinativo.
- Multiplicación: Se puede propagar por división de matas, acodo, o estacas, mediante esquejes de unos 15 cm de largos o por acodo.
- Luz: Necesita un ambiente muy luminoso, incluso sol directo, La exposición al norte es más conveniente.
- Temperatura: Prefiere lugares cálidos. Hay que protegerla de las heladas.
- Suelos: de consistencia media, sueltos, permeables, profundos, pH entre 6,5 y 7,2.
- Riego: Frecuente en verano y muy poco en invierno en días sin heladas.
- Abonar: Con productos orgánicos.
- Poda: Retire las hojas secas y las flores marchitas.
- Recolección: Se realiza cortando los tallos con una tijera de podar y amarrándolos en atados o se colocan sobre una tela a la intemperie para que pierdan humedad. Aunque es muy usada fresca.
- Enfermedades y plagas: La humedad excesiva del suelo provoca la pudrición de las raíces. No es habitual, pero si las condiciones de cultivo no son idóneas, pueden sufrir ataques de araña roja, pulgón, etc.
Usos: Sus usos y propiedades son innumerables. Podemos consumirla interna o externamente en tes, licores, tinturas, jabones, aceites esenciales, complemento en el mate, en refresco, postres, etc.
- Tiene propiedades carminativas, antibacteriales, antihistamínicas, fungicidas, expectorantes, anticancerígenas, antiinflamatorias, antiespasmódicas, hepatoprotectoras, antioxidantes, antiasmáticas, antitusivas y antitumorales, estomacales, estimulantes.
- Es tónico y carminativo. Muy indicada en casos de inapetencia, digestiones lentas y difíciles, dolores y espasmos de estómago e intestinos.
- El cedrón es diurético, ayuda a depurar el organismo eliminando toxinas, y es un gran aliado para perder peso.
- Propiedades medicinales contra afecciones nerviosas, melancolía, hipocondría, opresión del corazón e histerismo.
- Recomendada en decaimiento, convalecencias, etc.
- Se conocen usos del cedrón en cocina, cosmética y perfumería en general.
Recetas:
Leyendas, poemas y mas...:
LA LEYENDA DEL MOJÓN
Juan Pedro López (Uruguayo)
Llovía torrencialmente | Iban a golpear las manos | Como un sordo movimiento |
en la estancia del Cedrón. | por lo que el viejo decía, | en seguida se sintió; |
Como adornando el fogón, | pero una lágrima fría | después un cuerpo cayó, |
se había amontonao la gente. | les detuvo a los paisanos. | y otro cuerpo en el momento; |
Dijo un viejo de repente: | "Hay sentimientos humanos | ni un quejido ni un lamento |
"Les voy a contar un cuento | -dijo el viejo conmovido- | salió de la habitación; |
Ahora que el agua y el viento | que los años con su ruido | y pa concluir su misión |
train a la memoria mía | no borran de mi memoria, | cuando los vido difuntos, |
cosas que nadie sabía | y este cuento es una historia | los enterró a los dos juntos |
y que yo diré al momento. | que pa mi no tiene olvido. | donde hoy está el Cedrón. |
Tal vez tenga que luchar | Allá en mis años de mozo, | En la estancia se sabía |
con más de un inconveniente | y perdonen la distancia, | que la ingrata lo engañaba, |
pa que resista mi mente | sucedió que en esta estancia | pero a él a nadie contaba |
la historia sin lagrimar, | hubo un crimen misterioso. | la disgracia en que vivía; |
pero Dios, que supo dar | En un alazán precioso | por eso la policía |
paciencia a mi corazón, | llegó aquí un desconocido, | no hizo caso mayormente, |
tal vez venga en esta ocasión | mozo lindo, muy cumplido, | pues dijeron: "La inocente |
a alumbrar con su reflejo | que al hablar con el patrón | se fué con su gavilán..., |
el alma de un pobre viejo | quedó en la estancia de peón, | y en cambio, los dos están |
que ya le espera el cajón. | siendo dispués muy querido. | descansando eternamente." |
No se asusten si mi cuento | Al poco tiempo no más | -¡Ahijuna!-gritó un paisano-, |
les recuerda en este día | el amor le picotió, | si es así como habla el viejo, |
algo que ya no podía | y el mocito se casó | ¡ése era un macho, canejo! |
ocultar mi sentimiento. | con la hija del capataz; | ¡Yo le besaría la mano!... |
Vuelvan todos un momento | todo marchaba al compás | ¡Venga, hijo, béseme!... |
la memoria en el pasao, | de la dicha y del amor, | dijo el anciano, |
que allí verán retratao, | y pa grandeza mayor, | yo fui el que maté |
con toitos sus pormenores, | dios le mandó con cariño, | a su madre disgraciada, |
una tragedia de amores | un blanco y hermoso niño | porque en la cama abrazada |
que el silencio ha sepultao. | más bonito que una flor. | con otro hombre la encontré. |
Hay cosas que yo no puedo | Iban pasando los años | Hizo bien, tata querido |
detallar como es debido: | muy felices en su choza: | dijo el hijo sin encono; |
unas, porque se han perdido | ella, alegre, buena moza; | venga, viejo lo perdono |
y otras, porque tengo miedo; | él, fuerte y sin desengaños. | por lo mucho que ha sufrido; |
pero ya que en el enriedo | Pero misterios extraños | por ahora, tata, le pido |
los metí, pido atención, | llegaron... y la traición | que no la maldiga más, |
que, si la imaginación | deshizo del mocetón | que si fue mala y audaz, |
me ayuda en este momento, | sus más preciados anhelos, | por mí, perdónela, padre, |
conocerán por mi cuento | y el fantasma de los celos | que una madre siempre es madre. |
LA LEYENDA DEL CEDRÓN | se clavó en su corazón. | ¡Déjela que duerma en paz!... |
Alcancenmen un amargo | Aguantó el hombre callao | Los dos hombres se abrazaron |
pa que suavise mi pecho, | hasta dar con la evidencia, | como nunca lo habían hecho; |
que voy a dentrar derecho | y un día fingió una ausencia | juntaron pecho con pecho, |
al asunto, porque es largo; | que jamás había pensao. | y como niños lloraron; |
pero al tratar, sin embargo, | Dijo que tenía un ganao | padre e hijo se besaron, |
llegare hasta el final, | que llevar pa la tablada, | pero con tal sentimiento, |
y si atiende cada cual | que era una buena bolada | que el humano pensamiento |
con espíritu sereno, | donde ganaba unos pesos, | no puede pintar ahora |
verán como un hombre bueno | y así entre risas y besos, | la escena conmovedora |
llegó a hacerse criminal. | se despidió de su amada. | de aquel trágico momento. |
Setenta años quién diría | A la una de la mañana | Los ojos de aquella gente |
que aun vivo en estos pagos, | del otro día justamente, | con el llanto se inundaron, |
sin conocer más halagos | llegó el hombre de repente | y todos mudos quedaron |
que la gran tristeza mía; | convertido en fiera humana; | bajo un silencio imponente; |
setenta años no es un día, | de un golpe hechó la ventana | volvió a decir nuevamente: |
pueden tenerlo por cierto, | a el suelo en mil pedazos, | -Allí están, en el Cedrón, |
y si mis dichas han muerto, | y avanzando a grandes pasos, | y poniendo el corazón |
ahora tengo la virtud | ciego de rabia y dolor, | el anciano en lo que dijo, |
de ser pa esta juventud | vio que su único amor | le pidió perdón al hijo |
lo mismo que un libro abierto." | descansaba en otros brazos. | y el hijo le dió el perdón. |