MBURUCUYA (Passiflora caerulea)



Nombre científico: MBURUCUYA (Passiflora caerulea)
Nombres comunes: mburucuyá, burucuyá, pasionaria, flor de la pasión o pasionaria azul.
Origen: es nativa de sud américa.
Clasificación científica: 
  • Reino: Plantae 
  • División: Magnoliophyta 
  • Clase: Magnoliopsida 
  • Orden: Violales 
  • Familia: Passifloraceae 
  • Género: Passiflora 
  • Especie: P. caerulea L. 
Descripción botánica: arbusto, trepador leñoso 
  • Altura: capaz de ascender varios m si tiene árboles o algún otro elemento disponible como soporte. 
  • Hojas: son alternas, palmadas, penta-lobuladas como una mano abierta (de tres a siete lóbulos), 8 a 15 cm de longitud y ancho. la hoja en su base tiene un zarcillo flagelado enroscado de 5–10 cm de largo, que le permite ir haciéndose a la vegetación de soporte. 
  • Flor: compleja, de 5 a 10 cm aprox. de diámetro, con cinco sépalos y pétalos similares en apariencia, blancuzcos, sobre montados por una corola de filamentos azules o violáceos, 5 estambres verde amarillentos, 3 estigmas purpúreos. 
  • Fruto: baya oval de color naranja amarillenta de 6 cm de largo. por 4 cm de diámetro, con numerosas semillas. 



Cultivo: es muy popular por sus varias condiciones de aromática, medicinal y ornamental. 
  • Suelo: rico, bien drenado. 
  • Luz: soleado a semi-sombra. 
  • Riego: regular en verano 
  • Floración: En clima tropical florece todo el año. 
  • Enfermedades: por exceso hidrico pudrición de las raíces, generalmente causada por hongos común, también susceptible a enfermedades causadas por virus. 
  • Plagas: sensible a pulgones, chinches y orugas en las hojas. 
Usos: Contiene los alcaloides harmina, harmane y harmol; un compuesto ciánico, catechol, pectina y derivados flavonoides
  • Hojas y flores tienen propiedades y usos medicinales, en tes, tinturas, licores, cremas. 
  • Acción analgésica, ansiolítica, espasmolítica, e hipnótica suave, sedante y tranquilizante. 
  • No posee efectos secundarios depresivos, ofrece magníficos resultados en el tratamiento de la histeria, neurastenia, alcoholismo, angustia, palpitaciones, epilepsia y disturbios de la menopausia y en general en todos los casos de gran excitación, alivia estrés y ansiedad 
  • Fruto se puede comer crudas, con semillas incluidas, muy similar a las ganadas. 
  • Puede, preparar jugos o mermeladas. 
  • OBSERVACIÓN: NO exceder en su uso, las intoxicaciones se manifiestan fundamentalmente en forma de reacciones estomacales adversas. Otras reacciones con dosis más elevadas de los normal son la narcosis , o sentimiento de inconsciencia o adormecimiento y las alucinaciones producido por sus alcaloides que pueden considerarse psicotrópicos y alucinógenos 
Recetas:
Salsa de Mburucuyá

  • Sacar el jugo del Mburucuyá (se puede poner unos segundos en la licuadora con apenas algo de agua y luego colar para separar las semillas). Ponerlo a reducir a fuego lento, agregar al final una cucharada de mantequilla fresca y remover, sazonar con sal. Se utiliza para acompañar carnes asadas. 
Mousse 

  • Pulpa de mburucuyá 50 g 
  • Leche condensada 1 taza 
  • Gelatina sin sabor 10 g 
  • Crema de leche 500 g 
  • Chips de mburucuyá 
Procedimiento 

  • Colocar la pulpa del mburucuyá en la licuadora y procesar. Retirar y pasar por un tamiz para retirar las semillas. Colocar en un bol y mezclar junto con la leche condenzada, la gelatina sin sabor hidratada y disuelta y la crema de leche batida a ¾ punto. 
Montaje 

  • Colocar la preparación en copas individuales y servir acompañada de chips de mburucuyá. 
Licor de Mburucuya 

  • 1 kg. de mburucuya o parchita. 
  • 1/2 kg. de Azucar. 
  • 1 litro de Ron blanco. 
  • 2 tazas de Agua. 
  • 2 cdas d Fecula de maiz(maizina). 
Montaje 

  • Licuamos la mburucuya con las dos tazas de agua y la colamos, la llevamos al fuego junto con medio kilo de azucar y dejamos que caliente hasta hervir. Aparte, disolvemos la maizena en un poco de agua fría y, cuando hierva la mburucuya la añadimos y removemos hasta que espese. Apartemos la mezcla del fuego y le añadimos el ron poco a poco, sin dejar de mezclar. Embotellamos la mezcla en botellas esterilizadas y ponemos a enfriar el licor, pues se debe tomar bien frío. 
Leyendas, poemas y mas...:
Simbologia: La inusual forma de las flores ha sido motivo de asociación con la simbología cristiana de la Pasión de Jesús: sus tres estigmas florales representan los tres clavos usados para clavar a Jesús en la cruz; el ovario y su base representa el cáliz de la Última Cena; las cinco anteras representan las cinco heridas; la corola representa la Santa corona, los diez 'pétalos' (en realidad son cinco pétalos y el resto son sépalos) los apóstoles (salvo Judas Iscariote el traidor y Pedro el negador); las hojas viejas también representan las manos de aquellos que lo persiguieron, y las hojas nuevas, la punta de la lanza usada para punzarlo; y, los zarcillos, los látigos con los que lo azotaron.
Leyenda de Mburuguyá
.-Mburucuyá era una hermosa doncella española que había llegado a las tierras de los Guaraníes acompañando a su padre, un capitán del ejercito de la Corona.
.-Mburucuyá no era su nombre cristiano, sino el tierno apodo que le había dado un aborigen guaraní a quien ella amaba en secreto y con el que se encontraba a escondidas, ya que su padre jamás habría aprobado tal relación. En realidad, su padre ya había decidido que ella desposara a un capitán a quién el creía digno de obtener la mano de su única hija.
.-Cuando le revelaron los planes de matrimonio, la joven suplicó que no la condenaran a consumirse junto a un hombre que ella no amaba, pero sus ruegos solamente lograron encender la cólera de su padre. La doncella lloró desconsolada, tratando de conmover el inflexible corazón de su padre, pero el viejo capitán no sólo confirmó su decisión sino que además le informó que debería permanecer confinada en la casa hasta que se celebrara boda.
.-Mburucuyá debió contentarse con ver a su amado desde la ventana de su habitación, ya que no estaba autorizada a salir a los jardines por la noche y difícilmente lograba burlar la vigilancia paterna. Sin embargo, envió a una criada de su confianza para que lo informara sobre su triste futuro.
El joven indio no se resignó a perder a su amada, y todas las noches se acercaba a la casa intentando verla. Durante horas vigilaba el lugar, y sólo cuando se percataba de que los primeros rayos del sol podían delatar su posición se retiraba con su corazón triste, aunque no sin antes tocar una melancólica melodía en su flauta. 
.-Mburucuyá no podía verlo, pero esos sonidos llegaban hasta sus oídos y la llenaban de alegría, ya que confirmaban que el amor entre ambos seguía tan vivo como siempre. Pero una mañana ya no fue arrullada por los agudos sones de la flauta. En vano esperó noche tras noche la vuelta de su amado. Imaginó que el joven indio podría estar herido en la selva, o que tal vez había sido víctima de alguna fiera, pero no se resignaba a creer que hubiese olvidado su amor por ella. 
.-La dulce niña se sumió en la tristeza. Su piel, otrora blanca y brillante como las primeras nieves, se volvió gris y opaca, y sus ojos ya no destellaron con hermosos brillos violáceos. Sus rojos labios, que antes solían sonreír, se cerraron en una triste mueca para que nadie pudiera enterarse de su pena de amor. Sin embargo, permaneció sentada frente a su ventana, soñando con ver aparecer algún día a su amante. Luego de varios días vio entre los matorrales cercanos la figura de una vieja india. Era la madre de su enamorado, quien acercándose a la ventana le contó que el joven había sido asesinado por el capitán, quien había descubierto el oculto romance de su hija. Mburucuyá pareció recobrar sus fuerzas, y escapándose por la ventana siguió a la anciana hasta el lugar donde reposaba el cuerpo de su amado. Enloquecida por el dolor cavó una fosa con sus propias manos, y luego de depositar en ella el cuerpo de su amado confesó a la vieja india que terminaría con su propia vida ya que había perdido lo único que la ataba a este mundo. Tomó una de las flechas de su amado, y luego de pedirle a la mujer que una vez que todo estuviera consumado cubriera sus tumbas y los dejara descansar eternamente juntos, la clavó en medio de su pecho. Mburucuyá se desplomó junto al cuerpo de aquel que en vida había amado. 
.-La anciana observó sorprendida como las plumas adheridas a la flecha comenzaban a transformarse en una extraña flor que brotaba del corazón de Mburucuyá, pero cumplió con su promesa y cubrió la tumba de los jóvenes amantes. No pasó mucho tiempo antes de que los indios que recorrían la zona comenzaran a hablar de una extraña planta que nunca antes habían visto, y cuyas flores se cierran por la noche y se abren con los primeros rayos del sol, como si el nuevo día le diera vida.